viernes, 14 de enero de 2011

cereza

En un poema temprano de Paul Celan hay un caballero que lleva pintada en el escudo una sonrisa crepuscular. Un caballero que duerme durante la batalla y el estío. Die Kirsche blutet für ihn. La cereza sangra para él.

3 comentarios:

karmen blázquez dijo...

Quizás por el crujir de "los férreos zapatos abrochados a las frágiles manos" en el cerezo.
Asombra el rescate del sonido en el idioma que Celan oye: "Ein Knirschen",... "die Kirsche",
Un crujir..., la cereza
Comparto contigo su maravilla
un cordial saludo

julio martínez mesanza dijo...

Gracias, Karmen. Hermosa sugerencia.

samsa777 dijo...

Qué imagen.