En un poema temprano de Paul Celan hay un caballero que lleva pintada en el escudo una sonrisa crepuscular. Un caballero que duerme durante la batalla y el estío. Die Kirsche blutet für ihn. La cereza sangra para él.
Quizás por el crujir de "los férreos zapatos abrochados a las frágiles manos" en el cerezo. Asombra el rescate del sonido en el idioma que Celan oye: "Ein Knirschen",... "die Kirsche", Un crujir..., la cereza Comparto contigo su maravilla un cordial saludo
3 comentarios:
Quizás por el crujir de "los férreos zapatos abrochados a las frágiles manos" en el cerezo.
Asombra el rescate del sonido en el idioma que Celan oye: "Ein Knirschen",... "die Kirsche",
Un crujir..., la cereza
Comparto contigo su maravilla
un cordial saludo
Gracias, Karmen. Hermosa sugerencia.
Qué imagen.
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