es arrastrado a la guerra: “Nunc ad bella trahor, et iam quis forsitan hostis / Haesura in nostro tela gerit latere” (I 10 13-14). Y quizá un enemigo lleva ya el dardo que acabará clavándose en su costado. Tibulo prefiere que vayan otros y se lo cuenten, por ejemplo, en una taberna: “Ut mihi potanti possit sua dicere facta / Miles et in mensa pingere castra mero” (I 10 31-32). Así, oyendo al soldado que se jacta de sus hazañas y dibuja con vino el campamento en la mesa. Tibulo, como muchos, odia la guerra, pero es de los pocos que no esconden su miedo.
2 comentarios:
"No haber caído,
como otros de mi sangre,
en la batalla.
Ser en la vana noche
el que cuenta las sílabas".
Borges.
Lindo blog, lindos textos besos y flores
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